Sep 06, 2012 Dani Arrébola Críticas 0
Por Xavi Bruguera
“Destino Oculto” es la casi típica comedia romántica que, a medida que avanza, trata de sortear los obstáculos que supone enfrentar a dos seres tan antagónicos como atractivos, como son Elise Sellas (Emily Blunt), una rebelde bailarina de suburbio y David Norris (Matt Damon), un jóven y emprendedor congresista por Nueva York en máxima efervescencia.
George Nolfi, pero, logra desviar la atención con una trama bañada de ciencia ficción, con un mensaje oculto, valga la redundancia. Un mensaje que se desenvuelve en un intrépido final lleno de contrastes y emociones fuertes.
Extraído de la novela «The Adjustment Team» de Philip K. Dick, la trama se basa en la manipulación de la secreta corporación con fantásticos poderes, que controla el devenir vital de la humanidad llana. Nolfi en esta tesitura echa sus monedas en la destartalada máquina tragaperras que supone un género que parece caduco en Hollywood. El director adaptó el título de K. Dick a «The Adjustment Bureau«.
Una película con un móvil, el amor, en un terreno minado de baches y trampas calculadas por estas divinidades que guardan su poder en sus sombreros, que llevarán a los protagonistas al hastío y confusión máxima para evitar que sus vidas se crucen definitivamente.
Quizá el largometraje peca de eso, de no saber combinar la fantasía con el cartel de comedia romántica que cae como una losa encima del director, quien debe hacer peripecias para conseguir un resultado que mezcla momentos de Origen y Matrix, por sus tintes oníricos y plagados de realidades paralelas por un lado, y por el control de la sociedad por entes invisibles por el otro.
En definitiva la relación entre Blunt y Damon son la base sobre la cual gira la peonza del interminable baúl de sorpresas de un filme, dotado de pura ciencia ficción aunque bañado de fría realidad. La gracia está ahí; Cómo saltar de puerta en puerta para tumbar los fantasmas del destino, ser nosotros los únicos dueños de nuestro camino y derrotar los maniqueísmos y estereotipos de los que muchos, catalogan como “deidades”. Pensemos por un momento como David Norris (Matt Damon) sigamos teniendo fe en la magia de lo casual y a la esperanza en los sentimientos puros y cristalinos, sin dejar
Una película que salva el aprobado, en parte, gracias a la sublime interpretación de Emily Blunt en el papel de Emile Sellas. Dominante, con carácter y capaz de hacer temblar los lares por dónde deambula el harto-confuso Damon, víctima de los atractivos trazos que deja Blunt a cada paso. Correcta la interpretación de un Damon que conoce a la perfección los guiones de Nolfi (debuta en el cine tras ser guionista de la trilogía de Bourne).
Así pues merece la pena ver una película con un mensaje muy claro, que pese a perder su esencia en ciertos tramos de la cinta, nos ofrece una gran interpretación de Emily Blunt y un Matt Damon reciclado de nuevo en una nueva demostración de su don del camuflaje interpretativo.
Puntuación Ránking Apetece Cine: 6,3
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