Nov 22, 2016 Dani Arrébola Mundo APTC 0
Por Dani Arrébola
Conocí a Sandrine Ferraro (Lyon, Francia) en el pasado BCN Sports Film 2016 donde ambos fuimos compañeros de jurado del festival dirigido por nuestro querido y admirado Agustí Argelich. Seguro fue el olfato inconfundible de Argelich el que me juntó con un equipo de profesionales y expertos audiovisuales en el que la alegría, la sonrisa y el razonamiento creativo se imponían en una cena de deliberación inolvidable. Por supuesto, me unieron lazos con todos ellos y en especial con Sandrine, de madre barcelonesa y padre franco-italiano, que tiene todos esos ingredientes de una lista a la que le podríamos sumar muchos más y todos ellos positivos, por ejemplo un registro polifacético que le ha llevado hasta hoy a interpretar, escribir y producir sus proyectos. Nos citamos tras varios meses sin vernos en plena Avenida Gaudí de Barcelona, un día soleado y con croissants, café y agua como nutrientes en la mesa. Pongo la grabadora en marcha y los temas van zigzagueando entre emociones y alguna que otra carcajada. Y pronto vuelvo a advertir que charlar con Sandrine es una auténtica fiesta:
Mientras paseábamos, comentábamos sobre lo díficil que es hoy en día ser periodista freelance, y más aún especializado en cine. ¿Lo de ser actriz es aún más difícil?
Soy muy consciente que ganarse la vida como actriz es muy complicado, sobre todo cuando no eres una actriz tan conocida o tan “VIP”. Sólo acceder a un cásting ya es muy exclusivo. He vivido varios cástings , claro, pero mi punto de vista ha cambiado radicalmente cuando he ayudado a una directora de casting italiana, Jorgelina De Petris, a dar la réplica en un casting de un largometraje importante. Me he dado cuenta de que la tendencia es siempre la misma: las actrices famosas entran y la habitación es suya, hacen propuestas y toman el tiempo. Es su momento, y tienen razón. En cambio las no famosas ya entran condicionadas por las prisas y suelen despacharse rápido por miedo a hacerle perder el tiempo a la directora de cásting. Obviamente, lo que más deseo es poder entrar en los proyectos de trabajo como lo hacen los primeras.
¿Y has charlado con algunas actrices famosas comentándoles cómo te sientes tú a la hora de encarar los cástings?
Sí, pero muy poco, porque las posibilidades de encuentro son escasas, y también hay muchos caminos. Por ejemplo en Italia y en Francia, países en los que he trabajado más hasta ahora (espero que pueda pronto añadir Barcelona a la lista), la mayoría de los actores y actrices tienen un recorrido muy clásico y muchos han estudiado en conservatorios, estudiando por ejemplo danza, además de interpretación. Luego, como es lógico, en todos los países y en todas las industrias se encuentran los hijos e hijas (o familiares) de alguien respetado en la industria, y la transición para ellos se hace naturalmente, ya que crecieron en este ámbito. Aunque si soy sincera… los consejos en este trabajo no son muchos o no están muy precisados porque al final en la mayoría de casos todo depende de un golpe de suerte.
¿Ese golpe de suerte es obtener un primer gran papel?
¡Exacto! (risas). Ese primer impulso de visibilidad es la clave de todo.
¿Y en concreción en este punto, nadie del grupo de «las famosas» o famosos te ha podido comentar cómo fue su primer papel?
Claro, por ejemplo en el contexto de festivales siempre por poco que sea intento charlar con ellas, pero es que ocurre algo que hace difícil poder charlar. A no ser que alguna o alguno sea un gran amigo de hace muchos años, apenas una tiene tiempo a poder conversar con estas actrices de más visibilidad. Por ejemplo tuve una experiencia de rodaje con Léa Seydoux, que sería un ejemplo perfecto de actriz que ha nacido en la industria. Pero en esos momentos ella está trabajando y son muchísimas horas, y además no puedes perder la concentración y mucho menos mantener una conversación tranquila con la actriz.
¿Aceptarías actuar en un proyecto que no te llame mucho la atención en cuanto a calidad pero que, en cambio, sí te daría visibilidad como actriz?
Sí. Absolutamente, porque al final es también trabajo y es el camino hoy en día para poder a largo plazo dedicarte a lo que más te gusta. Actuar es actuar, y cuando te dan la oportunidad de hacerlo -siempre que no sea un caso radical en el que no creas para nada- quizás ese rol no sea el sueño de tu vida pero sí tienes la opción de llegar a una gran cantidad de gente.
Sandrine Ferraro tras nuestra entrevista.
Es curioso todo esto que dices porque en Apetece Cine hemos entrevistado a un buen número de actrices «famosas» y la impresión personal que a un periodista le han podido transmitir varias de las mismas, es que más que actrices son productos condicionados por la propia industria. Es decir, que tienen una duración limitada de trabajo en este mundo. ¿Estás de acuerdo?
Completamente, pero quizás no tanto con los hombres como sí con las mujeres. Los hombres pueden seguir haciendo los mismos papeles con 70 años que cuando tenían 40 y, las mujeres en cambio no. Y no me refiero a la calidad de las actrices sino simplemente a que no hay tanto trabajo para las mujeres en el cine, esto se ve con un repaso a los estrenos de la semana y con fijarse en los papeles.
Exactamente lo mismo que acabas de decir le preguntamos a Sigourney Weaver en el reciente Festival de San Sebastián.
¿Y coincidió?
No (Risas). Pero creemos que fue un problema en la traducción de nuestra pregunta, porque vemos que es un hecho, es una realidad. No obstante Sandrine, todo esto de los productos va encarado a una pregunta que nos interesa mucho hacerte. ¿Dónde queda el espacio para las actrices que no queréis ser un simple producto sino que deseáis ser una actriz de recorrido y, por tanto, referentes de calidad?
Seguramente ésta sea la gran pregunta en el sistema de industria actual en el que vivimos. No sé si tengo la respuesta pero sí que nos podemos fijar de nuevo en lo que nos ofrece el propio cine. Por ejemplo en el pasado Festival de Cannes vi Aquarius, una película brasileña que me encantó y que narra la historia de una mujer mayor a la que interpreta Sonia Braga. ¿Cuántas películas podemos ver al año, o directamente en la historia del cine, cuya protagonista sea una mujer de más de sesenta años? Y mientras veía a Sonia Braga que además es una actriz sensacional me dije: «¡Quiero ser ella de mayor!»
Meryl Streep sería la gran excepción…
Lamentablemente sí, a pesar de que se vislumbra cierta esperanza con actrices de otra generación como Julianne Moore o Cate Blanchett que parece pueden empezar a romper esta tendencia. ¿Sabes que de alguna manera y por todo esto que estamos hablando es como me decidí no sólo a interpretar sino también a escribir guiones para mis cortometrajes?
Es genial que lo digas porque justo queríamos preguntarte por tu actividad polifacética: productora, actriz y guionista. ¡Se dice pronto! (Sandrine sonríe y da un trago al vaso de agua).
Sí, porque estoy convencida que también es un problema de guionistas. La mayoría de los autores son hombres y la industria está enfocada tradicionalmente en papeles de protagonista desempañados por un hombre. Ya no sólo en el cine también en el teatro. Si nos fijamos por ejemplo en Lady Macbeth de Shakespeare, es el marido el “personaje clave” y no la protagonista. Y aparte de estas inquietudes siempre he estado muy ligada al trabajo de guión y a construir historias, me he formado en Idiomas y en Literatura y he trabajado en videojuegos realizando adaptaciones y doblaje y dónde creo he aprendido mucho sobre narrativa. Es cierto que las cosas están cambiando y somos cada vez más mujeres en dirigir, escribir y producir, pero todavía demasiado pocas.
Una experiencia en el videojuego que seguramente se aprecie también en tus últimos cortometrajes, In wino veritas y Ricercare.
Completamente. Porque por ejemplo, en ambos cortos -aunque en Ricercare es más evidente- construyo la historia mediante interludios, que es una técnica muy usada en el videojuego.
Sandrine Ferraro
Hablemos de tus últimos cortometrajes. Ricercare, tu último trabajo, es muy personal porque forma parte de una trilogía que relaciona a tus tres países: Italia, Francia y España.
Así es y que aunque sólo haya visto la luz el primero de los capítulos, ya tengo escritos los otros. Se trata de un mosaico muy familiar y en el que tenía la necesidad de explicar lo que estos tres países me han aportado como actriz pero, sobre todo, como persona. Todo está lleno de pequeños detalles. Lo hice al regresar de EEUU, y tuvimos muy poco tiempo para rodarlo. Lo rodamos en Italia donde no había trabajado todavía, pero conté con la gran ayuda de la otra protagonista de la historia que se desempeñaba también como productora. Lo rodamos en Toscana, que es una zona más provincial y donde no es tan fácil como puede ser en Roma encontrar actores a la hora de poner un cartel o un anuncio. Casi todos los actores venían del mundo del teatro. Dos de ellos no habían rodado nunca para cine y es por eso que trabajamos mucho la preparación con la cámara porque cambia una barbaridad a la hora de interpretar. Reconozco que le tengo más cariño a Ricercare que a In wino veritas, porque fue un trabajo mucho más familiar y eso al final me conmueve. Te adelanto que en el capítulo español tocamos la historia de mi abuela y mi madre y tiene lugar en Barcelona, una ciudad donde he pasado todos los veranos de mi infancia y adolescencia, donde he estudiado, vivido y que llevo dentro de mí desde siempre.
Nos llama mucho la atención la simbología que usas en tus historias. Por ejemplo en In wino veritas, además de la presencia imponente y constante del vino, te centras mucho en el ajo como protagonista inanimado del film. Esto recuerda mucho al gran cineasta y añorado Bigas Luna.
(Sandrine responde entre risas) ¡Lo sé! Me encanta Bigas Luna y sé que el ajo está muy presente en sus historias. Aunque más que un homenaje a Bigas -que también- el ajo me sirve como elemento introductorio de lo cotidiano en mis historias. Me gusta mucho introducir este tipo de elementos que le dan más cercanía al espectador… Pero realmente ¿Te gustó lo del ajo? (Vuelve a reír).
(Entre risas) Nos pareció muy bien hilado y divertido. Pero te lo preguntamos porque es una mirada muy «clásica» del cine, todos estos detalles no se filman en el cine «moderno». Incluso técnicamente en la forma de filmar y editar hay ciertos guiños a Hitchcock en In wino veritas, como por ejemplo, escenas cenitales en unas escaleras.
Sí, es cierto. Aunque esta última parte pertenece más al director, David Scott. Lo que sí tenía claro, y así se lo dije a David, es que a pesar de que yo era la guionista, una vez empezásemos a rodar tan sólo me pondría el «traje» de actriz. El trabajo y guion de la historia ya estaba hecho y cómo distribuirla por la pantalla ya es cosa del que coge la cámara. Para mí es muy importante respetar los roles en los proyectos y lo más importante es que todos, sin excepciones, respetamos eso con solidaridad y…mira, me gusta que haya salido el film con una mirada tan clásica. Pero hay algo que salió de ese corto que es de lo que más orgullosa estoy: de alguna manera creé yo ese equipo y aún hoy en día las mismas personas siguen trabajando juntos. Cuando hablamos de ese proyecto a todos les brillan los ojos del recuerdo y eso para mí es el gran logro, más allá de que el corto haya quedado mejor o peor. (Sandrine termina la frase con emoción en su rostro).
Es realmente bonito esto que cuentas Sandrine. Queríamos preguntarte también, aprovechando que eres una auténtica trotamundos y te has movido en distintos países como España, Francia, Italia, EEUU, etc. ¿Observas muchas diferencias a la hora de trabajar en cada país o esta industria es mucho más universal de lo que creemos?
Pienso que la figura clave al final siempre es el productor, porque es el que realiza y conforma el equipo (a no ser que el director sea alguien de muchísimo prestigio y tenga mucho poder de decisión). Y al final lo que cuenta seas italiano, español, americano…es el factor humano que se ha conformado y ahí una sonrisa o un llanto es la misma sea de la nacionalidad que sea, por lo tanto pienso que sí, a veces nos olvidamos que este trabajo es mucho más universal de lo que creemos.
También eres productora. ¿Te dedicas exclusivamente a esta industria?
Por suerte sí. Pero no tengo una empresa propia porque me quiero centrar sólo en mi trabajo como actriz y no tanto en la producción. Admiro el trabajo de la producción pero creo que no es para mí, y difícilmente una actriz que quiere tener muchas horas para poder visibilizarse puede compaginar la tarea de producir que requiere muchísimo tiempo y una gran resistencia al estrés. Eso sí, creo que ha sido esta tarea muy positiva y fructífera para mí porque como productor puedes conocer todo sobre el proyecto, sobre todo lo que hay detrás y no se ve en la pantalla. En estos momentos estoy en el proceso de buscar nuevas fórmulas de producir o coproducir, centrándome tan sólo en mi tarea como actriz.
Cartel de «Ricercare»
Y además la producción cuando hablamos del mundo de los cortometrajes es toda una heroicidad, porque, la única vida que (al menos en España) tiene el cortometraje es la de los festivales. Siempre nos preguntamos por qué no existe, por ejemplo, un canal de televisión sólo de cortometrajes.
Es cierto. La televisión sería una ventana perfecta para cualquier cortometraje porque llegaría a una enorme cantidad de gente que no tiene la cultura o la tradición de ir a festivales. Y además, regularía y potenciaría mucho la función del productor de cortometrajes. En España sigue costando ver al cortometraje como un producto útil, en muchos países de Europa parece se le da más valor. No obstante la situación parece poco a poco cambiar, sólo hace falta ver el número creciente de festivales. ¡En Barcelona y alrededores tenemos cada semana un festival! Creo que esto es muy positivo. En el caso del corto, Barcelona y Cataluña le deben mucho a personas como Agustí Argelich, personas que creen en el corto como género, luchan por él, apoyan a los cineastas, los artistas y han creado, en su caso, hasta varios festivales. Filmets ha sido uno de los primeros festivales en seleccionar In Wino Veritas, y como tantos Barceloneses, Agustí se ha enamorado de la historia de Ricercare. Yo le debo mucho.
Por ejemplo el Most Festival en Vilafranca en el que has participado activamente.
¡Sí! Es un festival precioso, que crece cada año y en el que he tenido la suerte de participar. El pasado año compitió In wino veritas y este año me invitaron en un gesto que agradezco inmensamente. Bebes vino y cava y ves buenas películas. ¿Qué más quieres? Y lo mejor sin duda es el equipo que hay detrás del mismo.
A lo largo de la entrevista hemos ido intuyendo cierta idea que se ha ido confirmando: Sandrine Ferraro tiene las ideas muy claras.
(Entre muchas risas) ¡Sí, sí, sí! Jajajaja.
Te lo comentamos porque en este mundo artístico, la inseguridad en los rostros se aprecia de forma muy fácil y puede ser un lastre para muchas carreras.
Claro. Yo creo que es una cuestión de la persona ya desde su infancia. Pero en mi caso y, sobre todo a la hora de escribir, siempre he tenido las ideas claras y la seguridad de que lo que creaba era justo lo que quería hacer. Lo más bonito es cuando toda esta seguridad se contagia en un grupo. Incluso he vivido algún rodaje que el propio director nos dijo «¡Yo os dejo. Lo hacéis todo con tanta seguridad que mi trabajo aquí es absurdo!»
Sandrine, cuando entrevistamos a una actriz y le preguntamos cuál es su personaje favorito o cuál le gustaría interpretar, casi siempre suelen coincidir en el mismo. La pista qeue te damos es que es un personaje clásico…Pero a ver si tú eres capaz de evitarlo…
(Entre risas) Me hago una idea de cuál es… Pero te diré una síntesis de todas las actrices de Las horas: Meryl Streep, Nicole Kidman y Julianne Moore.
¡Bien! Has evitado a Bette Davis y su Margo Channing en Eva al Desnudo.
Jajajajajaja. Sí, pero obviamente ÉSE es el papel que encumbra a toda actriz.
Nos despedimos de Sandrine entre rostros dibujados de alegría y de ilusión tras un desayuno de tiernos croissants y de profundas palabras. Alegre, tierna y profunda, así es Sandrine Ferraro también al despedirse.
Feb 10, 2021 0
Ene 22, 2021 0
Oct 29, 2018 0
Jul 05, 2018 0
Ene 20, 2016 0
Ene 13, 2016 0
Dic 27, 2020 0
Dani Arrébola, director de Apetece Cine, charla con Aitor...Dic 27, 2020 0
¡Sí! Tal y como lo leéis: El Presidente saliente Donald...Dic 07, 2020 0
Por Pau Sauri Soriano Walter Proska, El desertor Dirigida...Nov 29, 2020 0
Por Dani Arrébola Lo que son las cosas. Escondido,...Nov 13, 2020 0
Por Dani Arrébola Charlamos con Laura Rubirola...