Dic 17, 2014 Dani Arrébola Críticas 0
Por Dani Arrébola
Doraemon no te vayas nunca: Nobita y nosotros te necesitamos eternamente
Para una amplia mayoría de los que hemos nacido a principios de la década de los 90 -también los nacidos a mediados de los 80- el gato cósmico, Doraemon, y toda la camarilla que le rodea, supone una parte esencial de nuestra infancia. Con este célebre anime creado originariamente en manga a finales de los 60 por el dúo de dibujantes nipón Fujiko Fujio, crecimos con el anhelo de poseer todos los artilugios mágicos depositados en el bolsillo infinito y de los que se servía con tal de resolver su retahíla de problemas el protagonista, Nobita Nobi. Y claro, con el éxito en el «bolsillo» de su paso por televisión -en Japón sigue emitiéndose la serie cuarenta años después- el cine no ha desaprovechado la oportunidad de llevar los gorrocópteros, las puertas mágicas y demás armatostes cósmicos a la gran pantalla. El primer Doraemon cinéfilo fue en un ya lejano 1981 y llevaba por subtítulo The space Hero. Desde entonces, la industria televisiva japonesa ha producido un sinfín de títulos: El secreto del laberinto (1993), El nacimiento de Doraemon (1995), El imperio maya (2000), Nobita Holmes en el misterioso museo del futuro (2013), y así hasta completar un largo etcétera que, de momento y por poco tiempo ya que para el año próximo hay previsto un nuevo título, termina en este que se estrena estas navidades y que en nuestro país distribuye Alfa Pictures: Stand by me Doraemon.
En esta ocasión la acción parte desde la médula de origen del sencillo pero ya mítico encuentro entre los dos protagonistas: Nobita, que es un niño muy, muy pero que muy patoso, recibe en su habitación la visita de Sewashi, un niño que afirma ser su tataranieto. Tras advertirle que lo que se avecina en su vida futura, como no podía ser menos, será un completo desastre, le prestará su gato-robot, Doraemon, con tal de que juntos hallen una solución y así, allanar el camino y suavizar el destino. Tras las primeras y sonadas reticencias del gato cósmico acerca de su misión, irá apareciendo un verdadero motor de felicidad que dará sentido a sus protagonistas y al objetivo asignado: el amor que siente Nobita por su amiga y compañera Shizuka.
Dirigida por Takashi Yamazaki y Ryûichi Yagi, la trama tiene todo aquello que un buen seguidor de Doraemon apreciará: los cabreos de la madre de Nobita; las gamberradas de Gigante y Suneo; las intentonas de seducción a Shizuka del «buitre» perfecto Dekigusi (o Dekigusu); los apetitosos pastelitos «Dorayaki» servidos por Nobita y destinados a chantajear a Doraemon; y por supuesto como hilo argumental, los mil y un aparatos como el «gorrocóptero» o «la puerta mágica», con los que disfruta Nobita y disfrutamos todos mientras trata de resolver el abanico de sus problemas, destinados a conquistar el dócil corazón de la preciosa Shizuka. También posee el filme una bella y acertada factoría de planos abiertos que simulan un Japón moderno mediante imágenes, por vez primera en la serie, servidas con tecnología 3D.
Familiarizados hasta el extremo con esta serie, siempre nos complace contemplar en la película cómo Shizuka podría cantarle a Nobita aquello en lo que insistía Nat King Cole en su Quizás, quizás, quizás y que decía algo así como «…estás perdiendo el tiempo, pensaaandoo, pensaaandoo…»; ahora bien, con este mismo termómetro de costumbre que nos sirve para medir nuestros regocijos cósmicos, quizás podamos reprocharle a esta entrega un exceso de melancolía y tristeza que puede dejar un pelín compungidos a los cuerpecillos más infantiles de la sala. No es, ni mucho menos, una penalización vital, pues la película se disfruta por la misma inercia de sus imágenes y el carisma de sus protagonistas, pero sí viene bien advertirlo: al fin y al cabo el destino para Nobita iba a ser similar si sus ocurrencias se contasen con algo más de júbilo y algo menos de languidez.
Con todo, Stand by me Doraemon, es una opción más que recomendable en estas navidades para todos aquellos que disfrutamos con este anime, uno de los mundialmente más famosos y exitosos de toda la historia. DATO: Alaska y Mario Vaquerizo doblan a los protagonistas en la versión doblada al castellano mientras que en su versión catalán, pone voz al Nobita adulto el actor Marc Clotet que, clickando en su nombre, podréis escuchar la entrevista que nos concedió a Apetece Cine.
Puntuación Ránking Apetece Cine: 6,0
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