Mar 31, 2015 Dani Arrébola Críticas 0
Por Dani Arrébola
Despedida celestial a Paul Walker
Con el mismo ansia que todos teníamos de quitarnos el plumón, se esperaba en este amanecer primaveral, esta séptima entrega de una saga portadora de una fiel e imperturbable legión de seguidores, llamada Fast & Furious y que aquí -como marcan los cánones de las distribuidoras- de propina y desde su primera vez, se le ha ido asignando el subtítulo de «A todo gas». Y se esperaba por más de un motivo: por su retraso en el aterrizaje de la cartelera (previsto para hace justo un año), pero, sobre todo, por la razón de tal retraso, que no fue otra que la trágica pérdida en accidente de automóvil (dichosa e irónica que es la vida) del actor Paul Walker que, junto a Vin Diesel formaba uno de los pilares de la saga y del que la maravillosa tecnología prometía a sus fans haber hecho de las suyas en la sala de montaje, con tal que este vacío apenas se notase en pantalla. Para ahorrar líneas de aliño contextual, podemos decirlo alto y claro: la espera ha merecido la pena. Este séptimo capítulo no solamente es una cinta trepidante de acción y chispa dentro de su absoluta y maravillosa estupidez , sino que es toda una digna y celestial despedida a ese actor con el mismo dopping visual que tenía James Dean y la misma mala suerte que les ha llevado a la tumba.
El director malayo James Wan, que hasta ahora había demostrado con creces ser todo un especialista en el género del terror (Saw (2004), Insidious (2010), etc), ha sido el encargado de dirigir esta última entrega, que lleva la firma en la pluma de todo un habitual en la saga como Chris Morgan. La acción nos presenta al grupo de amigos amantes del tunning y la velocidad, capitaneados por Dominic Torretto (Vin Diesel), tranquilos y relajados unos viven de lo que más les gusta -que no es otra cosa que organizando carreras para sentir la adrenalina extraída de los motores- y otros como Brian O ‘Conner (Paul Walker), intentando recomponer su rutinaria y aparente «vida normal» con la familia, aunque no sin olvidar el ruido y éxtasis de la velocidad sobre ruedas. Pero la pacífica vida se diluye pronto, justo en el momento en que aparece en escena Owen Shaw (Jason Statham), el cual reclama venganza contra el equipo de Torretto por la muerte de su hermano Ian.
Y cuando nos encontramos ante más de dos horas de absoluta acción vertiginosa -y aquí es literal- con coches volando en paracaídas y destrozando lujosos edificios por medio globo terráqueo y siempre a través del filtro de una bella factura técnica; sumado a una más que íntegra profundidad emocional en los principales protagonistas (sobre todo en la pareja Diesel-Walker, que se consolidan desde este momento como un dúo épico y memorable en la gran pantalla) no caben los nubarrones de pre-juicios y pos-juicios que puedan manchar la honestidad de la cinta. Por que sí, es cierto, y hay que reconocerlo: Fast & Furious 7 es una película honesta consigo misma y con su público, al que además de proporcionarle dos de las horas más entretenidas del año (en su materia prima y por momentos se pueden incluso extraer reminiscencias del clásico de Sergio Leone, Hasta que llegó su hora), le brinda un merecido y olímpico «Adiós» a uno de sus personajes fetiches que, de bien seguro, el espectador agradecerá.
Por si todo esto fuera poco, haciendo un rápido y veloz repaso -sin frenos- a las hemerotecas sitiadas en nuestra retina del celuloide, advertimos que muy pocos filmes, como los de esta saga, brindan todo un homenaje al coche, al motor (buque insignia del pueblo y Sueño Americano), el cual, no olvidemos, es el imponente protagonista -inanimado y animado- de una trama a la que aún le queda cuerda para rato. Seguramente por esto, por ser una saga que, a pesar de sus altibajos o, mejor dicho, volantazos, ha tenido siempre presente la idea nítida de elogiar al «arte de conducir», que la misma no tenga complejo alguno en mostrar un carácter poligonero en su chasis de envoltura, ajeno a la elegancia afilada y pulcra de la gran mayoría de «bestias» comparables que salen de la fábrica hollywoodiense, y ganándose de esta manera un ADN que le va que ni pintado o…que ni tuneado para ir en consonancia.
A los leales seguidores de la saga, no hace falta recomendarles esta séptima entrega, pues encontrarán motivos de sobra para disfrutarla aún más que sus predecesoras pero, uno de los capitales méritos de este Fast & Furious 7 es que aquellos que no se sientan especialmente partícipes de este mundillo ordinario sobre ruedas, también podrán disfrutarla en esta Semana Santa como una grata sorpresa, sin necesidad de elegir aquello de Conducir o Morir y como un buen chute de adrenalina de dos horas que se pasan…A todo Gas.
Mar 28, 2023 0
Feb 17, 2023 0
Feb 17, 2023 0
Feb 11, 2023 0
Mar 25, 2021 0
Ene 30, 2020 0
Nov 29, 2015 0
Sep 27, 2022 0
Por Redacción Un festival lleno de acordes y desacuerdos ...Ago 23, 2022 0
Tras el sorteo realizado este 24 de agosto de 2022, los...Jun 10, 2022 0
Por Daniel Arrébola Segundas partes nunca fueron...Feb 20, 2022 0
Dani Arrébola, creador y director de Apetece Cine charla...Dic 27, 2021 0
¡Menudo bombazo el que os traemos Apetefollowers! Con...