Mar 13, 2020 Dani Arrébola Críticas 0
Por Aitor Fernández
Para nada olvidable
No es la primera vez que hago una crítica de cine, pero sí que es la primera vez que me envuelvo y me impregno por completo de un clima de cine. Era un mediodía soleado, salí de casa con mis 20 años y mi inexperiencia en la mochila. Al cabo de un rato llegaba al hotel Soho House, cerca de las Ramblas de Barcelona. Entré sin saber muy bien dónde me metía y pregunté al chico de recepción que dónde era lo de la proyección de la película. El chico me dijo que me pusiera a la cola. Después de entrar, una encargada del hotel nos ofreció un póster con una ficha técnica de la película que íbamos a ver. Yo y los tres críticos que me acompañaban asentimos con la cabeza y recibimos el folleto. Entramos en un ascensor y tocamos el botón de la planta -1. Dentro del ascensor uno de los críticos repitió la frase de la señora que nos había dado el folleto con tono burlesco e irónico: “Que si volem la fitxa técnica diu… No! No et fot”. Vi que esa elegancia del crítico iba aliñada con un toque amargo. El sótano del Soho House era precioso. Con los ojos como platos me enfrentaba al disfrute de mi segundo pase de prensa de una película.
En la sala del Soho se respiraba un silencio que se rompió cuando pasaban 8 minutos del tiempo establecido para que empezara la proyección. Eso me permitió ver también el lado más rebelde de mis -ahora- compañeros, los críticos. La indignación invadió a una compañera que se levantó de su asiento con ese aliño amargo diciendo: “Ens foten la película més llarga del món i a sobre deu minuts tard”. Ésta volvió con el proyeccionista y se puso en marcha la sesión.
Lo amargo se tornó en dulce cuando empezaron a sonar los primeros llantos del violín de Howard Shore. Sin duda, un ingrediente que eleva este filme a la categoría de disfrutable. Porque sin este aceite lubricante la película es un motor al que le cuesta arrancar. “La canción de los Nombres Olvidados” -originalmente “The Song of Names”- es una película que quizás muchos ya hayan visto, una historia de una antigua amistad que nunca debió terminar. Aún así tiene una premisa potente que te puede enganchar durante la primera hora. A partir de ahí aburre. François Girard dirige la cinta dibujando unos personajes muy humanos que no le bastan para embelesar a un servidor. De la mano de Tim Roth, uno de los actores por los que siento devoción, nos va llevando en busca de su amigo Dovidl Rapaport (Clive Owen) y, a su vez, a un clímax que promete mucho y te deja insatisfecho.
Me da la sensación de que, a pesar de no ser una mala película, no se aprovecha el potencial de sus dos pilares fundamentales. Vemos a un Clive Owen muy correcto, pero sólo aparece en pantalla en la última media hora. A la vez, Tim Roth encarna a un personaje totalmente llano y sin evolución, desaprovechado y con un momento cumbre decepcionante. Como he dicho antes, no todo es amargura. La historia gira en torno a un violín, un violín del que Howard Shore dota de palabra. La música del maestro canadiense es otro personaje más y, seguramente, el que más emociona al espectador. Y es que sin Shore esta sería una película más, y quizás lo sea, pero con él se siente diferente.
Hubiera quedado muy bonito y contundente acabar esta crítica diciendo que “La canción de los nombres olvidados” es claramente una película olvidable. Pero lo cierto es que no. No se si fue la experiencia de conocer a mis compañeros en el Soho House o la encandilante banda sonora de Howard Shore… Pero esta película, a pesar de las trabas que ésta me puso, siempre será recordable.
Ago 30, 2023 0
Jul 21, 2023 0
Mar 28, 2023 0
May 27, 2023 0
May 26, 2023 0
May 26, 2023 0
May 25, 2023 0
May 27, 2023 0
En las repescas de la Sección Oficial que el festival de...May 26, 2023 0
La dupla Loach-Laverty está de regreso con un film que...May 26, 2023 0
El festival de Cannes de 2023 presume de tener otra robusta...May 25, 2023 0
En la hermosamente minimalista “Perfect Days”, Wim...May 25, 2023 0
Los nuestros son tiempos de muchas ocurrencias y poco...