Dic 29, 2014 Dani Arrébola Críticas, Especial Oscar 0
Por Dani Arrébola
Vodka y frío para lograr hacer más inteligente al espectador
Desde su ópera prima El regreso (2003), el realizador ruso Andrei Zvyagintsev ha cosechado un sinfín de elogios y laureles tanto de la crítica como del público. Ya con ese bautismo en su dirección se llevó nada más y nada menos que el León de Oro en Venecia, cautivando a todo espectador en aquella road movie siberiana de encuentros y desencuentros. Su obra se compone de serios e inteligentes dramas como The Banishment (2007) y Elena (2011), donde los conflictos interiores, que afectan a las familias de clase media rusa, asumen todo el protagonismo. Con Leviatán, este último estreno que inaugura la cartelera del nuevo año 2015, Zvyagintsev mantiene su firme pulso y compromiso con la exploración de toda una odisea psicológica en sus personajes, al mismo tiempo que imprime una terrible y despierta carga simbólica en la cinta.
La historia nos presenta a Kolia (Vladimir Vdovichenkov), un cuarentón que vive en un pequeño pueblo rural cerca del mar de Barents, junto a su hijo y la que es su actual esposa. La tensión del protagonista irá en aumento en la medida que el alcalde del pueblo insista en su deseo de adquirir su casa y su taller de mecánica con tal de construir un palacio. Además, en el círculo íntimo de Kolia, compuesto también por un gran amigo y letrado de Moscú que le ayudará en el juicio, un secreto, bien reservado aunque presumible, acentuará y desencadenará todas las emociones que se encuentran a flor de piel de las víctimas protagonistas.
A pesar de su evidente densidad y la cierta disgregación en sus hechos argumentales, la película mantiene en todo momento un aliento de personalidad tan efectivo y estricto que incluso, por momentos, uno llega a sentir miedo. El ingenio de Zvyagintsev se mantiene de tal forma que es capaz de aligerar lo cáustico del tema y las asperezas solemnes del argumento a través de diálogos alimentados por una letal ironía y perfumados de sutil comedia. Y es aquí donde este Leviatán toma todo su sentido o, dicho de otro modo, toda su complicidad con respecto a un espectador que no le importará pasarse los 140 minutos con la botella de vodka en la mano en pleno corazón del gélido paraje ruso.
También es del todo acertada su doble apuesta por encuadrar en plano el aparente sosiego y la supuesta reflexión que, colocados o no de litros de vodka, los protagonistas deben de ejercer, con tal de que ocurra fuera de campo, todos aquellos púlsares dramáticos y trágicos de un tejido de materia igual de titánica como de intimista. La virtud pues del director, ha residido aquí en haber sido capaz de reflejar en un prisma nítido toda una munición de historia que fácilmente podría haber caído en la proyección de su propia índole dispersa.
Leviatán consigue hacer aquello que muchas películas pueden proponer pero que tanto cuesta de lograr: que el espectador salga de la sala sintiéndose más inteligente de lo que entró. Y sí, es posible combinar dos esencias tan aparentemente dispares como el pasatiempo más vulgar y el intelecto más pedante para, al fin y al cabo, disfrutar de tu propia inteligencia acompañada de un noble entretenimiento como el que aquí te ofrece Zvyagintsev. Una joya desde Rusia que debería estar en todos aquellos tops que congreguen las mejores películas europeas del año.
Puntuación Ránking Apetece Cine: 7,2
Abr 16, 2021 0
Abr 01, 2021 0
Mar 14, 2021 0
Mar 14, 2021 0
Mar 25, 2021 0
Sep 13, 2020 0
Ene 30, 2020 0
Mar 14, 2021 0
Todo un ritual que año tras año no nos queremos perder:...Dic 27, 2020 0
Dani Arrébola, director de Apetece Cine, charla con Aitor...Dic 27, 2020 0
¡Sí! Tal y como lo leéis: El Presidente saliente Donald...Dic 07, 2020 0
Por Pau Sauri Soriano Walter Proska, El desertor Dirigida...Nov 29, 2020 0
Por Dani Arrébola Lo que son las cosas. Escondido,...