Jul 25, 2013 Dani Arrébola Críticas 0
Por Dani Arrébola
El realizador coreano Na Hong-Jin se presentó en 2008 al mundo entero como un golpe seco de martillo sobre el panorama cinéfilo más academicista, sirviéndonos de la analogía mostrada en el thriller policíaco The Chaser. En su película pionera Na Hong-Jin recupera y reformula un género perdido en los límites acartonados de la industria hollywoodiense mediante una forma archi-personal de narrar una trama que avanza «sin mirar atrás, como un aullido interminable» igual que recitara J.A. Goytisolo en su poema Palabras para Julia.
The Chaser cuenta la historia de Joong-ho, un antiguo detective retirado que ahora ejerce como proxeneta. El lío viene cuando descubre que varias de sus chicas han ido desapareciendo misteriosamente en los últimos tiempos. Cuando inicia su búsqueda para encontrarlas topa con un perturbado cliente que esconde un profundo trauma clave en la trama. A partir de aquí la historia ofrecerá al espectador una tensión in crescendo explotando las líneas maestras de la persecución entre gato y ratón. Pero ¿Por qué es diferente este thriller a todos los demás?
En primer lugar porque la película sumerge desde el minuto uno al espectador en un guión tenso, agresivo, imprevisible y nada pretencioso. El público se encuentra durante las dos horas de cinta ensimismado en medio de un clima propio y fatalista que dispone planos casi siempre nocturnos y lluviosos del distrito de Mangwon en la capital de Seúl. El joven realizador Hong-Jin deja sin aliento a un espectador que se sentirá satisfecho y nada timado al finalizar la cinta debido a los puntos de giro inesperados en una historia tensada por una fuerza natural abrumadora.
En segundo lugar, el joven realizador surcoreano demuestra una técnica exquisita y exclusiva en cuanto a la concepción de cada plano que va hilando el desarrollo del guión: varios contrapicados en espacios cerrados para mostrar el portento de los dos antagonistas sumados a steadycams necesarias y coherentes en las escenas de persecución dejan un buen sabor de boca al consumidor pese a la sangre a chorros que sobresale en las duras imágenes reveladas en The Chaser. Una sangre que en ningún momento obliga a cerrar los ojos al espectador gracias al inteligente y casi redondo equilibrio entre drama sensible (que no sensiblón) y acción dinámica (que no efectista).
Por último en el filme nos encontramos unas interpretaciones magníficas de ambos antagonistas: Yun-seok Kim y Ha Jung-Woo. Los dos rallan a un perfecto nivel confiriendo más credibilidad si cabe a un producto sin concesiones convencionales en cada uno de los movimientos de los protagonistas. Casi que uno puede no solamente ver sino también sentir las sensaciones acrecentadas en sus corazones, sobre todo en el de Kim, todo un logro difícil de emular en cualquier thriller policíaco.
The Chaser es una auténtica lección de cine desde Asia al mundo entero y sobre todo, reitero, una bofetada en todo el rostro a la industria comercializada y agotada de Hollywood la cual nos tiene anestesiados por consumir unos productos habituales fast food en los que siempre pasa «lo que tiene que pasar». En The Chaser el espectador verá la prueba definitiva de que la imprevisibilidad y un exquisito gusto por la técnica no sólo son ingredientes que recuperan un género oxidado y contaminado en los almacenes americanos sino que siguen siendo el motor del buen cine, el que te deja sin aliento a golpes de martillo secos…justamente secos.
Puntuación Ránking Apetece Cine: 7,1
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